miércoles, 28 de enero de 2009

Porque merece la pena

Venga, otra contra la melancolía.


Nos quejamos de vicio, casi a todas horas. Buscamos excusas para juntarnos con los amigos, para compartir buenos ratos con los compañeros, para comer con esa parte de la familia con la que no vivimos. Nos quejamos de la crisis y comemos todos los días, protestamos por las resacas sin pensar lo bien que lo pasamos la noche anterior, refunfuñamos por el horario laboral sin pensar que tenemos un trabajo (CON LA CRISIS QUE HAY, MADRE MIA)...


Yo soy la primera, lo reconozco. Me quejo de los madrugones, de que nadie me quiere (sniff, sniff...), de Sevilla y de las clases de periodismo que alguno que otro ha olvidado con el tiempo.


TONTERÍAS.


Las mías, las tuyas, las del vecino que baja la persiana cada vez que me siento en el ordenador, las de fulanico y menganico.


Y quizá hoy no haya sido el día perfecto, quizá las cosas no salieron según lo previsto, quizá los sueños no sean más que eso, sueños. Quizás, quizás, quizás. Pero no importa, porque lo bueno de un mal día es que dura como máximo 24 horas. Igual que los buenos.


Por eso, brindo por el optimismo, por los días que vendrán, que serán incluso mejores. Brindo por tí y por mí, por la frase de abuela de "y el que no te quiera que se muera", por...
Bueno, o porque por fin he mandado las fotos que prometí enviar a finales de agosto (que grandes vacaciones, que bonito es Lugo, y las pizzas servidas a deshora, y los 'llintonic' treinteañeros y su muralla, y su tapa doble, y sus bares, y los caballos por la carretera y sus meigas...).


Ale, Pavli, ya he cumplido. Brindo por ello. Bsos.


PD: Sé que te jode que ponga una foto tuya pero era sólo por brindar de nuevo contigo y por las veces que prometes llamar y no mandas ni un sms de llamame....

PD2: (ASÍ NO ME QUITO LA FAMA DE BORRACHA. EN FIN)

martes, 27 de enero de 2009

Una de frases

Como dice el Chirino que estoy melancólica y no se me ocurre nada que contar que no tenga ese tono melancólio -será la luna, que me tiene tonta-, he tenido una idea.
Y todo, porque esta mañana nos ha salvado del pesimismo laboral una frase típica o tópica: "Más se perdió en la Guerra de Cuba y volvieron cantando".
Ahí van otras que, en algún momento de mi vida, me han hecho sonreir. La mayoría, me siguen dando buen rollito. No están todas las que son pero... abierto queda esto a nuevos conocimientos.
-"Más valen tres heridos que un muerto"
-"¿Y esto que entitula?"
-"En caso de guerra, cualquier agujero es trinchera".
-"Donde manda patrón, no manda marinero" o "Cuando seas padre, comerás huevos" ¿¿¿???
-"Pa'lo que me queda en el convento, me cago dentro".
-"Otros vendrán que bueno me harán".
-"Hay que tener amigos hasta en el infierno".
-"Más vale un mal acuerdo que un buen pleito".
-"Eso no se dice así, habla con prioridad" o "Ni falta que me importa" o... el mejor... "Es que para ir al concierto había que confirmar la existencia unos días antes".
... y el siempre socorrido "lo que tenga que ser, será" o "el tiempo pone a cada uno en su sitio".
Podría contar otras muchas, llenas de recuerdos, pero quizás más difíciles de contextualizar como el "no somos nadie y menos en 'toples'" o el ¿Tú como andas de escrituras?" pero, al final, de toda esta sabiduría popular me quedo con la mejor:
"NI LOS BUENOS SON TAN BUENOS... NI LOS MALOS SON TAN MALOS".

miércoles, 21 de enero de 2009

Una de años, novios y zapatos


Con el paso de los años, la cuestión 'novios' se ha convertido en un tema recurrido. No me refiero a una charla distendida con los amigos sobre la última conquista o similar (que también, pa que vamos a negarlo). En realidad, me refiero a esos odiosos interrogatorios sobre el momento oportuno que vas a elegir para echarte un novio formal que inician las abuelas -al menos, en mi caso-, y a los que se suman con más velocidad que un pelotazo de Nadal el resto de familiares.


Yo hace ya años que gané a mi madre como aliada en los ataque familiares del tipo: ¿Nunca vas a tener un novio formal? ¿Tienes algún problema emocional? ¿No crees que ya se te está pasando el arroz? ¡Tú cuentanos que vamos a aceptar lo que traigas! En fin, sin comentarios. Mi madre siempre responde algo como un '¡dejala, que ella está muy bien como está, ¿no ves que es muy independiente?'. También sin comentarios.


Supongo que esto me pasa porque mis primos pequeños ya han llevado a sus novias a casa y me sacan un poco de delantera y porque, siguiendo la estricta norma de mi abuela paterna y atendiendo a la edad, soy la siguiente en concertar fecha para la boda.


Y siempre queda repetir la frase manida y conformista del 'lo que tenga que pasar, pasará', el 'no ha llegado tu momento' o el 'ya encontrarás a la persona perfecta'. Ayer, paseando por la internete y gracias a un correo de mi Nico -muchos besos prenda-, encontré la mejor teoría, la respuesta perfecta, la explicación adecuada.


Para no repetirme y porque ella lo explicó tan bien que no me creo capaz de superar la teoría de los novios y los zapatos, os dejo el enlace:





Y para cualquier duda, mi foto.


PD: Bienvenida Nico. Te seguiré desde aquí.

martes, 20 de enero de 2009

Miradas


Hay miradas que matan, miradas oscenas, tiernas, amables, protocolarias, serias, esquivas...
Existen miradas que no llegan nunca, otras de las que debes escapar a cuenta de lo que sea y algunas que pasan totalmente inadvertidas.
Tropiezas con miradas inoportunas, desviadas, maravillosas...
Yo, a las ocho de la mañana y cargada de sueño, me conformo con una mirada del moreno del café con la leche fría. Ainsssss, con qué poco me conformo!!!!!!! Pero nada, que no hay suerte, que el muchacho no despega la vista de los titulares del periódico.
PD: A ver, señores periodistas, compañeros todos, os pido un favor: ¡Pal próximo lunes, que nadie escriba nada interesante!! Igual así...

domingo, 18 de enero de 2009

Gracias a todos!!!





GRACIAS A TODOS!!!!


No se me ocurre nada mejor que decir, hoy me siento un pelín torpe.




El viernes me hice un poco más vieja. 28. Nada más y nada menos. Un puñado de años que me acercan a la treintena pero que no impedirán que siga leyendo cuentos ni repitiéndole a la Mendo que ella ya no tiene edad de frases como "estoy desperdiciando mi juventud'. Yo, aún me las puedo permitir.


Hay gente que se toma los cumpleños como un trámite más. Quedan en un segundo plano los 'cumpleaños feliz, cumpleaños feliz...' desentonados, las velas, los deseos, las tartas, las llamadas, los regalos... A mí no me pasa eso. Me encanta que sea mi cumpleaños. Que me llamen, que me enciendan aunque sea una cerilla para ofrecerme la oportunidad de desear algo con los ojos bien cerrados.


Fue un día tonto en el curro aunque mucho más tranquilo que el resto de semana. Una comida frustrada en familia que se solventó con un sandwich rápido y una botella de sidra para eliminar el mal sabor de boca. Y una tarde, esta sí con la familia, para tomar café y tarta de queso con deseo incluído.


Y cuando pensé que la noche se me había torcido y repetí cuarenta veces eso de "oju, que triste, me he quedado sin amigos", aparecisteis vosotros. UNA FIESTA SORPRESA!!!!!!!


Gracias a los que hicisteis tiempo escondidos en una bar, a los que os metísteis unos kilómetros entre pecho y espalda para brindar conmigo, a los que metísteis el 'turno' en el curro para llegar a tiempo, a los que abandonaros el sofá y el resto de planes, a los que buscásteis canguro... A los amigos de siempre, a los de antes y a los de ahora, a los del curro que ya no es mi curro. A todos, gracias por estar, por alegrarme el día, por los regalos -preciosos, preciosísimos-, por brindar conmigo, por ir a un bar con difícil aparcamiento... Gracias por no olvidaros de mí. Gracias también a los que faltaron porque no pudo ser. Pero estábais. Brindé por vosotros.


Y gracias a tí, enana. Por organizarlo, por pensar en mí. Por las vueltas que diste para pagar el barril, por lograr que no me enterara de nada, por robarme los números del móvil para avisar a mis amigos, por distraerme en un bar para hacer tiempo "por si algún amigo se acuerda de ti y quiere una cerveza", por exigirme que me pusiera guapa en vez de dar el pijamazo.


Por la gracia que tienes, por la habilidad, por haberlos juntado -a los de aquí, a los de allí, a los de antes, a los...- Pues eso. Mil gracias a todos, a los que vinieron, a los que llamaron, y a ti, guachuza.






miércoles, 14 de enero de 2009

Una vez

Una vez, mi hermana pequeña me recomendó que me leyera 'Una vez'. Un libro que sigue la senda de 'El niño con el pijama de rayas', aunque con un toque diferente. No se trata de un libro para niños, es sólo literatura para todos los mayores que seguimos leyendo cuentos. Esos que nos regalan las amigas, que encontramos en las estanterías del cuarto de la casa de los padres...
Me encantó la portada. Me conquistó esa especie de lema del escritor: 'Todo el mundo merece que le ocurra algo bueno en su vida. Al menos UNA VEZ'. Ahora, me sirve de excusa para retomarle el pulso a este blog semiabandonado después de mis crisis con la conexión a Internet. Doble, en casa y en el curro.
Todo el mundo se merece que le ocurra algo bueno en la vida. Todos merecemos al menos un amigo incondicional en cada momento de nuestros años. Todos, nos merecemos un trabajo que nos mantenga la ilusión, un buen jefe y uno malo, para valorar al que nos valora. Todos, sin excepción, merecemos un hermano que te enseñe a ser hermano o alguien similar -leasé primo, amigo, tu tío el pequeño o el hijo de tu vecino-. Lo importante es aprender lo que sólo te enseña un hermano.
Al menos una vez. Todos merecemos que nos manden flores, nos regalen bombones y nos sorprendan con una declaración de amor desenfadada o seria, no importa. Y todos nos merecemos que, al menos una vez, no nos quieran. También, para que todo el círculo tenga un poco de sentido, merecemos no querer a alguien que nos quiere para entender que, cuando nos hacen daño, el otro tampoco tiene sobre su mesa un plato de buen gusto.
Todos merecemos un susto con el coche, una buena borrachera, otra mala. Al menos una vez en la vida... un viaje al extranjero, un amante guiri y un trasnoche con carcajadas. Merecemos visitas inesperadas y citas que parecía que nunca iban a llegar. Una buena peli con manta, sofá y buena compañía, una pizza a solas llorando a moco tendido frente a una americanada sentimentaloide y una llamada que te salve del caos emocional.
Al menos una vez, todos merecemos alguien que te haga especial y otra persona a la que resultes totalmente indiferente, para compensar. Todos merecemos cambiar el color con el que miramos a una persona, una deuda pendiente y alguna que otra bien pagada.
Todos merecemos guardar una foto dañada por el tiempo que nos recuerden que somos quienes somos por lo que fuimos en su momento. Y, para lo mismo, todos merecemos una comida dominguera con los amigos de toda la vida para cotillear, recordar, añorar a los que no están y sonreir hasta que te duelan los michelines.
Todo el mundo merece que le pase algo bueno en su vida. Al menos UNA VEZ. Elige lo tuyo. No importa. Seguro que lo tienes. Que lo has sentido, que lo has vivido, que lo has sufrido, que lo has reído o llorado, que lo has padecido y hasta, puede, que lo hayas olvidado. Pero pasa, pasó o pasará. Algo bueno. muy bueno. Al menos UNA VEZ.