miércoles, 12 de noviembre de 2008

Envidias

El que no envidie a nada ni a nadie que tire la primera piedra. Yo me las quedo, no vaya a ser que caigan sobre mi tejado. Porque siento envidia, mucha, casi siempre, cada vez que lo pienso, y por mucha gente:
Envidio a la señora que limpia las escaleras de mi bloque. Porque sonríe. Siempre. Aunque le pise lo fregao a las ocho de la mañana. La envidio porque su marido le da un achuchón antes de entrar a trabajar al bar de abajo.
Envidio a la gente que es capaz de sonreir desde la madrugada, a esas horas a las que yo solo sonrío si me dicen que me han dado el día libre, me ha tocado la lotería o mi sapo se ha convertido en príncipe.
Envidio a la gente que lo intenta, que lo habla, que pregunta y lucha por sus cosas. Porque lo hace. Envidio a esas personas que si creen que puede ser, lo intentan una y otra vez hasta que duele. Y las envidio, especialmente, cuando saben curar las heridas, asumir los riesgos y las derrotas y abandonar una lucha. Una retirada a tiempo siempre es una victoria.
Envidio a Roberto, un tío guapo al que no conozco de nada pero al que esta tarde vi en la tele perder punto a punto en un concurso sin perder la sonrisa. Sentí que lo pasaba bien, que no le importaba. Lo envidio por eso.
Envidio a la gente que viaja mucho, envidio a los que saben idiomas, envidio el talento, a los que olvidan hasta tal punto que pueden volver a empezar, a llamar, a los que creen que pueden y pueden sólo porque se lo creen.
Y envidio otra inmensa lista de cosas, pero en fin. A estas horas, envidio a la gente que mañana no tendrá que madrugar. Como dice mi madre....
"Si la envidia fuera tiña... tos calvos'. Yo, la primera

4 comentarios:

Feroz dijo...

"envidio el talento, a los que olvidan hasta tal punto que pueden volver a empezar"

Lo mío (sobre esto) es envidia insana . La envidia de los políticos, de la hipoteca a fin de mes, y de los curas viejos.

¿No sabrás tú donde se vende el talento? Llegué tarde al reparto...

Anónimo dijo...

te pregunto muy en serio: ¿qué es exactamente la envidia? ¿qué se siente? ¿es animadversión hacia otra persona, o hacia uno mismo? Vaya por delante que tengo muchos problemas y pocos talentos, pero no tengo nada claro que haya experimentado alguna vez eso de la "envidia"... claro que hay mucha gente que tiene cosas, materiales o espirituales, que yo no tengo, pero ¿a mi qué más da?.

María Ruiz dijo...

El talento no se compra, estoy convencida de eso. Pero vamos, Feroz, que tampoco te hace falta. Tienes suficiente. Seguro.
¿Y qué es la envidia? Pues un sentimiento más, bueno o malo según la manera, pero un sentimiento que en muchas ocasiones es recomendable. Si tú no lo has sentido nunca, ¿debería envidiarte por ello? Un saludo Victor.

Anónimo dijo...

nosotros tampoco la hemos sentido nunca.
como no nos sentimos españoles (sobre todo winegar y watsón)...

¿no dicen que es el defecto nazional?

saludos.
seguimos siguiéndote, aunque de manera invisible...