martes, 4 de noviembre de 2008

Ser la misma en otro lugar...


Vuelvo después de más o menos un mes de ausencia casi justificada, el tiempo justo para hacer balances, curar heridas, darle tiempo al tiempo y ordenar la mente, los recuerdos, las sensaciones y las simplerías que colocar en este espacio. Lo hago con la portada de este libro como excusa y como agarre para volver a contar mis cosas.
Se llama 'Princesas olvidadas o desconocidas' y cayó en mis manos de soslayo hace ya unos años. Se lo regalaron a mi Kuajariño. Es un libro lleno de ilustraciones y frases escritas con mimo, una especie de exposición de cuadros en miniatura para colocarla en la estantería, un regalo hecho con atención y cariño que todo el mundo merece.
Es de esos libros infantiles pero para gente mayor, un repertorio de recuerdos que mezcla las sensaciones que causan los cuentos de hadas que nos contaba la abuela y las recompensas que, quizás, merecemos de mayores aunque nadie nos las dé.
Me gusta porque no habla de princesas de cuento que comen perdices y viven felices, ricas, guapas, rubias, y con príncipe azul. Habla del resto. De las princesas con las que podrías compartir el despacho si esto fuera un cuento de hadas más. Guarda un lugar a las princesas gordas, a las calvas, a las sucias y a las enanas, a las que no se peinan, a las de cabellos indominables, a las que no tienen memoria, a las de gafas de culo de vaso, a las abandonadas, a las que duermen en setas, en árboles o en basureros. Hay de todo, para todos.
Por todo esto, en mi trozo de corazón ñoño pienso que todo el mundo merece que le regalen este libro, quizá porque me gustaría como regalo. Lo he regalado en varias ocasiones, la última vez, a mi guachuza.
A lo que iba. Reabro con su portada porque, la primera vez que lo leí, me quedé con una de sus frases: "Ser la misma persona en otro lugar, lo cambia todo". Escribo ahora que vuelvo a la ciudad de antes aunque sin ser la misma, ahora que soy la misma que hace unos meses, pero en otro lugar. Solo queda esperar que el final también vaya de cuento. Ya os cuento .

3 comentarios:

Rocío Mendoza dijo...

A mí, mis amigas me regalaron ese libro. ¿Recuerdas? Por cierto... ¿has hecho el test?
Besitos.
Me alegro de que vuelvas a escribir. Me gusta leerte.

María Ruiz dijo...

Gracias Mendo, por lo de que te guste leerme. Sí, lo recuerdo. Y no, nunca lo tuve tanto tiempo como para hacer el test. bsos

María Ruiz dijo...
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