miércoles, 14 de enero de 2009

Una vez

Una vez, mi hermana pequeña me recomendó que me leyera 'Una vez'. Un libro que sigue la senda de 'El niño con el pijama de rayas', aunque con un toque diferente. No se trata de un libro para niños, es sólo literatura para todos los mayores que seguimos leyendo cuentos. Esos que nos regalan las amigas, que encontramos en las estanterías del cuarto de la casa de los padres...
Me encantó la portada. Me conquistó esa especie de lema del escritor: 'Todo el mundo merece que le ocurra algo bueno en su vida. Al menos UNA VEZ'. Ahora, me sirve de excusa para retomarle el pulso a este blog semiabandonado después de mis crisis con la conexión a Internet. Doble, en casa y en el curro.
Todo el mundo se merece que le ocurra algo bueno en la vida. Todos merecemos al menos un amigo incondicional en cada momento de nuestros años. Todos, nos merecemos un trabajo que nos mantenga la ilusión, un buen jefe y uno malo, para valorar al que nos valora. Todos, sin excepción, merecemos un hermano que te enseñe a ser hermano o alguien similar -leasé primo, amigo, tu tío el pequeño o el hijo de tu vecino-. Lo importante es aprender lo que sólo te enseña un hermano.
Al menos una vez. Todos merecemos que nos manden flores, nos regalen bombones y nos sorprendan con una declaración de amor desenfadada o seria, no importa. Y todos nos merecemos que, al menos una vez, no nos quieran. También, para que todo el círculo tenga un poco de sentido, merecemos no querer a alguien que nos quiere para entender que, cuando nos hacen daño, el otro tampoco tiene sobre su mesa un plato de buen gusto.
Todos merecemos un susto con el coche, una buena borrachera, otra mala. Al menos una vez en la vida... un viaje al extranjero, un amante guiri y un trasnoche con carcajadas. Merecemos visitas inesperadas y citas que parecía que nunca iban a llegar. Una buena peli con manta, sofá y buena compañía, una pizza a solas llorando a moco tendido frente a una americanada sentimentaloide y una llamada que te salve del caos emocional.
Al menos una vez, todos merecemos alguien que te haga especial y otra persona a la que resultes totalmente indiferente, para compensar. Todos merecemos cambiar el color con el que miramos a una persona, una deuda pendiente y alguna que otra bien pagada.
Todos merecemos guardar una foto dañada por el tiempo que nos recuerden que somos quienes somos por lo que fuimos en su momento. Y, para lo mismo, todos merecemos una comida dominguera con los amigos de toda la vida para cotillear, recordar, añorar a los que no están y sonreir hasta que te duelan los michelines.
Todo el mundo merece que le pase algo bueno en su vida. Al menos UNA VEZ. Elige lo tuyo. No importa. Seguro que lo tienes. Que lo has sentido, que lo has vivido, que lo has sufrido, que lo has reído o llorado, que lo has padecido y hasta, puede, que lo hayas olvidado. Pero pasa, pasó o pasará. Algo bueno. muy bueno. Al menos UNA VEZ.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

ay ruiz, ke me emociono....jijij!!ke bonico...
firmado: las fotos coñé

Jose Manuel Noguera dijo...

¿Un susto en el coche? Por Dios María revisa tu lista de cosas que valen la pena!!!

un abrazo

María Ruiz dijo...

Lo del susto con el coche tiene su explicación. Te la doy cuando vengas a verme, que ya va tocando y me cansan las promesas sin fecha. Bsos mil

pily dijo...

me encanta el comentario,sigue así
es genial!!!
enhorabuena!!!!

besos