martes, 10 de febrero de 2009

Esa rubia (¡¡¡oe!!!)


Unas semanas antes de ceder mi despacho sin puertas y venirme al nuevo, del que aún no he hablado (no es el momento), me dio un abrazo. Fue una noche de la Feria de Baza, una noche de concierto, una noche en la que mi jefa nos presentó y ella se comprometíó a hacerme un hueco en su despacho.


Ya nos conocíamos pero yo no lo recordaba. Incluso, habíamos estado juntas de copas. Me había pedido un favor, me había dado su correo electrónico y yo había contestado a todo con malafollá accitana, que es incluso peor que la de Graná capital.


Se ha encargado de explicarme con santa paciencia lo que significan todas las siglas de mi mundo laboral. Gracias a ella, he aprendido lo que significa una RA, la AF, las NNSS, un PP y un SNU. En fin, lo dicho, santa paciencia.


Se esconde de mi objetivo cuando estamos currando y yo me esfuerzo en perseguirla para escuchar, después de su taconeo subiendo las escaleras, cómo la gente del curro le dice que sale guapa en la prensa.


La maritú he hecho que todo sea mucho más sencillo y tiene ese don de sonreir incluso cuando el día no lo merece. A pesar de todos los 'peros' del mundo, lo hace desde que llega al despacho, disfruta de su trabajo. Y hay días que ese trabajo no merece sus esfuerzos.


En estos meses, ha dejado grandes frases como "en vaqueros y zapatillas sólo se puede venir los viernes", me ha llevado a comer a un japonés, me hace sonreir cuando llegan los agobios de la agenda semanal...


Cuando empezamos a currar, un compañero al que no nombraré porque luego se me enfada, recordó que éramos totalmente diferentes. Entre copa y copa, me dijo que eso no era un problema. "Tú sabes que cada una tiene sus armas". Lo importante, ahora estoy convencida, está en que nunca las utilizaremos la una contra la otra.


Me invitó a su cumpleños, me dio una razón más para abandonar mi racismo contra las rubias, me emborracha lentamente y me cede su casa como mía para recuperarme de esas copas.


Y ahora, la actualización, que el blog me estapa boicoteando. Esto debió aparecer aquí colgado el 30 de enero.


Me ha enseñado nuevas frases, me aguanta, me acompaña en los cafeses, ha hecho que su pueblo me parezca mejor pueblo, me ayuda con los nombres cuando mi mente no da para más, comparte sus amigos conmigo.... y se merece esta foto. Podría decir otras mil cosas, pero... No le haría justicia. Merece la pena conocerla en persona.


Bsos


1 comentario:

Anónimo dijo...

No me lo puedo creer!! me has dejado sin palabras, pero con una sonrisa de oreja a oreja. Muchas gracias por aguantarme desde por la mañana temprano, q ya ni mi madre lo hace!!!!