miércoles, 17 de septiembre de 2008

Por fin el fin


El que me acompaña en la foto se llama Manolo Zafra. El coordinador de Juventud del Ayuntamiento para el que trabajo se convirtió en la primera cara que recuerdo de esta ciudad -quitando a mi jefe, claro- y me ha acompañado hasta que el cuerpo aguantó en la última madrugada de estos duros días de Feria.
384 horas.


Dos ferias, 16 días. Y, por fin, el fin.


Ha sido una Feria de visitas, de regalos por el santo, de comidas familiares, de comidas con amigos, de noches de juerga, de sopresas, de pinchitos y tercios, de copas y más copas, de abrazos y de despedidas silenciosas.


He ido a los rejones -a merendar, basicamente-, he pasado por casi todas las casetas del ferial de Baza, he dormido hasta las 14:30 horas para recuperarme de noches que acaban a las ocho de la mañana, y ayer, por fin, me eché una siesta reconstituyente que me dará energía para lo que queda de semana.
De todas las fotos de estos días, me quedo con Zafra por la constancia. Porque me ha llevado a desayunar, porque abandona el gimnasio cuando le invito a cañas, porque ha prometido llevarme a cenar a las Siete Fuentes, porque la única noche que subió al ferial, me llamó.
Con mi Zafra -el 'mi', con permiso de Lola y de Marco- he ido a la verbena de Las Cuevas, nos han echado de la Solana a las cinco de la tarde, me ha traído 'chuguarmas' para cenar en las noches de mucho curro en el Ayuntamiento, me ha escuchado en los días chungos, me ha cuidado, me ha aguantado y, por si todo esto fuera poco, es de los que te trae una copa y baile contigo.
Es, sin duda, de lo mejorcito que he encontrado en Baza.
Ahora que toca hacer balances, mi humilde homenaje a este gran hombre. Porque la Feria, sin las dos borracheras que hemos pasado juntos, no habría sido lo mismo. Nos vemos en un bar.

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