miércoles, 16 de enero de 2008

Me equivoqué con mis Reyes


Hace algunos años tomé como costumbre hacerme un regalo para la mañana de Reyes. En mi casa, el madrugón del día 6 de enero se ha convertido en uno de los mejores momentos familiares de todo el año. Sé que no habrá ningún año que mi zapato esté vacío y que alguien se acordará de mí a la hora de atacar la lista de compras.
A pesar de eso, cada año me autorregalo algo por lo buena que he sido durante todo el año anterior. Lo triste es lo de este año. Los Reyes de 2007 me salieron muy bien, pero este año no he sido capaz de acertar. Me compré un jersey que me estaba mal. Demasiado largo para mi estatura y demasiado estrecho para mis mollas colgantes. En fin. Lo he descambiado. Si no acierto conmigo, ¿qué puedo esperar?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hay veces que acertar con uno mismo es lo más complicado