sábado, 26 de enero de 2008

Gestión de las emociones


-¿Sabes? Me he dado cuenta de que todo viene porque no sé gestionar mis emociones.


-Mari, las emociones no se gestionan. Se gestiona el dinero... incluso el tiempo. Pero las emociones, los sentimientos... eso no se gestiona.



Ella me llama Mari desde que una noche de fiesta dejó de ser la 'repelente' de la primera fila de clase y yo dejé de ser la andaluza de la última fila. En una de nuestras conversaciones telefónicas, me explicó que no se gestionan las emociones, que es casi lo único que no se gestiona, por mucho que a mi correo del curro lleguen incesantemente cursos de inteligencia emocional y absurdeces similares.


Las cosas, en lo de las emociones, son diferentes. No puedes gestionar que una frase tonta de un jefe te toque las narices un día, porque puede ser la misma gracieta que tú mismo haces cada noche con los amigos. No puedes gestionar que un abrazo te haga comprender que tú también eres falsa y otro te haga querer estar cansada toda la vida. No se puede gestionar una mala cara, un buen despertar o un mensaje a destiempo.


Hay libros, blogs, cursos que te enseñan a manejar la inteligencia emocional, a aumentarla... Hay cursos de gestión del conocimiento, de gestión económica, de gestión de una página web, de gestión del patrimonio público. Se gestiona todo, menos cómo te va a sentar un café.


Y es así, por mucho que nos empeñemos en gestionar, hay cosas que solo pasan.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Gestionar no es la palabra, no, lleva razón tu amiga. La palabra es CONTROLAR. Y creo que eso no se aprende en clases de inteligencia emocional. Tiene más que ver con otra cosa. Yo estoy en ello. Cuando encuentre la fórmula, te la regalo.

Fdo: La incontrolada/incontrolable.

María Ruiz dijo...

Llevas razón, no se gestiona. No sé gestionar mi trabajo, mi tiempo, mi dinero o mi número de cervezas antes de decir la frase incorrecta, y no lo voy a hacer nunca con los sentimientos.
Que se le va a hacer, eso pasa, como dijo Drexler, por ser inorportuna. seguiré ensayando, aunque sea para llevarme menos disgustos. Intentaré comportarme. Bsos mil

francisco m. ortega dijo...

La inteligencia emocional tiene que ver con la listura de los sentimientos. Los más listos son los que más quieren.

María Ruiz dijo...

Puff, FMO, pues entonces debo ser más lista de lo que creían mis profesores en el instituto. No sé gestionar, que le vamos a hacer. Pero me consuela saber querer. O eso creo.

Anónimo dijo...

Lo mismo dijo el profe del doctorado: Las emociones no se pueden gestionar.

Claro que el trabajo final que nos dio tiene toda la cara de pedir un plan de gestión de las emociones...

Saludos, desde Chile, Mari.